sábado, 7 de junio de 2014

Chapter 7



¡Hola lectores! ¡Hello readers! ¡Bonjour lecteurs! ¡Hallo leser! ¡Ciao lettori!


¡¡AL FIN CAPITULO!!

Perdonen la tardanza :c es que no tenía computador (de hecho aun no lo tengo) pero no quise dejarlos tan abandonados por más tiempo así que me tomé un tiempito para venir y publicar el capi :) espero que lean, y si lo hacen, espero les guste. 











Por un momento me quedo paralizada, mientras en mi mente repito los acontecimientos que ocurrieron los últimos dos minutos; sé lo que le pasó. Él aún no está totalmente curado, eso me acabo de dar cuenta, y por la expresión de su rostro antes de marcharse puedo decir que lucía confundido aunque lo trató de ocultar con una máscara de tranquilidad. Quiero ir detrás de él para ayudarle, no sé cómo en realidad, pero aunque sea hablar, estar a su lado y tranquilizarlo, poder convencerlo de que fue sólo un momento de confusión, de que todo irá bien. Sin embargo no lo hago, sé que debe querer estar solo, probablemente es la primera vez que le pasa desde que empezó su tratamiento… De repente empiezo a acordarme de que el día anterior parecía un poco distraído y perdido, pero… ¿Será que le ha pasado otras veces? Puede ser y puede que no me lo haya dicho por ¿vergüenza? ¿Miedo a que huya? Pues si es eso lo que piensa está totalmente equivocado, no me voy a ir, estaré con él para ayudarlo así como él ha estado en los momentos tormentosos conmigo. Decido que más tarde por fin llamaré al doctor Aurelius pero no para tratar sobre mis problemas sino para informarme más sobre Peeta, sobre su tratamiento, si ha tenido progresos…, bueno obvio que los ha tenido o de no ya estaría muerta. Con esto en mente, obligo a mi cuerpo a moverse de su puesto procurando relajar los músculos que se me tensaron de estar tanto tiempo en un mismo lugar. Recojo las tazas de la mesa, y cojo la jarra con agua que ya está tibia y la dejo en la encimera porque ya no tengo ganas de tomar ningún té. Tampoco tengo ganas de cazar pero sí de respirar un poco de aire fresco por lo que voy a la parte trasera de la casa, que conecta con el patio. Aún es temprano y el aire tiene un exquisito olor a pino, me recuesto en la pared contigua y es entonces cuando escucho el bufido. Vuelvo la cabeza al lugar de donde lo oí aunque tardo un rato en creérmelo ¿cómo habrá llegado hasta aquí?  Tiene marcas de garras de algún animal salvaje y la pata trasera un poco levantada. Debe haber venido desde el 13. Quizá lo echaron o quizá no podía soportar seguir sin ella y ha decidido venir a buscarla.

-Ha sido un pérdida de tiempo, no está aquí- le digo brusca y vuelve a bufar.- No está aquí, y ya deja de bufar, no encontrarás a Prim.- al oír su nombre levanta las orejas, animado.- ¡Ya vete, gato estúpido!- le grito, comenzando a temblar.- ¡No volverá jamás! ¡No va a volver!- las lágrimas comienzan a correr sin previo aviso y trato de empujar al gato con mi pie pero es inútil.- Está muerta.- me agarro el vientre para mitigar el dolor que ha surgido de pronto, pero me derrumbo, no puedo más.- Está muerta, no volverá…

Buttercup comienza a gemir, por mucho que intento echarlo, no se va, sino que camina en círculos a mi alrededor, mientras yo sufro un ataque de llanto.

Finalmente me calmo; descubro que está sobre mi regazo, y sé que debe saber que ha ocurrido lo impensable y que, por tanto, para sobrevivir tendrá que hacer cosas que antes consideraba impensables, como por ejemplo ahora, acurrucado en mi regazo, acompañándome en mi desesperación. Cuando me siento lo suficientemente recuperada, me pongo a limpiarle los cortes, aunque se pone a maullar cuando le saco la espina de la pata. De alguna manera acabamos llorando otra vez, solo que consolándonos mutuamente.
Al cabo de un rato, tengo las suficientes fuerzas para hacer algo que he estado evitando. Leer la carta de mi madre que me dio Haymitch; así que marco el número de teléfono y también lloro con ella. Acabo prometiéndole de que pronto la iría a visitar.

Hoy he dado rienda suelta al llanto y la verdad que me ha cansado. Me doy un baño, y salgo de nuevo para darle a Buttercup un poco de leche de la despensa; no espero a que termine, me dirijo a mi habitación y me recuesto en mi cama, cayendo de inmediato profundamente dormida.
Me despierta el hambre que tengo y recuerdo que con tanto drama que he tenido desde que me levanté temprano en la mañana, no comí nada. Con esfuerzo me paro de la cama no sin antes darme cuenta de que Buttercup ha ocupado su lugar bien calentito en mis pies, así que los retiro con mucho cuidado, sin querer molestar al gato que duerme tranquilamente. Me asomo por la ventana a echarle un vistazo al día y sé por mirar rápidamente hacia el cielo que debe ser poco antes de mediodía, sin embargo está un poco nublado y el día parece gris. Corro las cortinas y me dirijo a la planta baja por un poco de comida. Al entrar en la cocina, visualizo un plato sobre la mesa, con un bulto encima, solo que está tapado por un pañuelo, me acerco a mirar detenidamente y lo retiro. Me sorprende un poco encontrar un poco del guiso de anoche, con patatas y huevos, y al lado hay unos trozos de manzana. Sae tuvo que haber venido y como me encontró acostada, me dejó la comida servida, lista no más hasta que me despertara. Me dispongo a comer enseguida, prácticamente atiborrándome porque mi estómago rugía furioso.

Dejo el plato limpio, lo ubico de nuevo en su puesto y voy a por un poco de agua que está sobre la encimera. Mientras bebo, recuerdo lo de Peeta, así que apenas termino voy directa al teléfono. Contesta un voz femenina y cuando le pregunto por el doctor Aurelius me dice que en estos momentos está en el distrito 8, pero que si es urgente me podía dar el número de su oficina allá. Claro, lo de Peeta es urgente. Así que marco apenas termino la llamada el nuevo número que tengo. El doctor Aurelius responde a los cuatro timbrazos y al escuchar mi voz, cuando él responde, la suya suena sorprendida.

-¿Katniss? ¿Katniss Everdeen, distrito 12?
-Umm… Sí…­­- respondo algo indecisa.
-¡Oh, que gusto escucharte querida! Ya me temía que nunca contactaras…- contesta disminuyendo algo la voz cuando dijo las últimas palabras.- Cuéntame, ¿cómo va todo?
-Si pues bien, todo está bien hasta el momento.- tardo un minuto en escoger las palabras para preguntarle sobre Peeta, y cuando ya sé que decir, me interrumpe.
-¿Ya has leído la carta de tu madre?, ¿cómo te sientes ahora?
-Escuche doctor en realidad lo llamaba para preguntarle sobre Peeta.- me impaciento así que lo suelto todo.- ¿Lleva él bien su tratamiento? ¿Ya lo terminó? ¿Ya no sufre ataques?- recuerdo algo y aunque sé y estoy segura de lo que vi en sus ojos, me inquieta, no quiero que de ninguna manera pase eso.- ¿Me sigue viendo él…, en lo más profundo de sí, como su…, como su enemiga?

El otro lado de la línea se queda en silencio y mientras mi mente me lleva a mis pensamientos más oscuros, indagando sobre que Peeta me odia, tanto así que desearía verme muerta…, recuerdo cómo me miró, lleno de un desprecio que me erizó los vellos de la nuca, haciendo que yo misma me deseara muerta antes que él me mirara así.

-No es momento de hablar de eso, Katniss.- interrumpe el doctor Aurelius en voz baja, sacándome de mi introspección.- Más bien háblame de ti, ¿cómo llevas tu estadía en el 12?
-Por favor, doctor…, hoy ha pasado algo y sólo quiero – se oye que alguien al otro lado lo está llamando y como que tapa el teléfono para responderle porque se oye algo ininteligible.
-Verás Katniss, ahora estoy algo ocupado, sin embargo de verdad necesito hablar contigo… -vuelve al teléfono.- Tengo planeado un viaje al distrito 12 desde hace algún tiempo, pero creo que lo adelantaré; así que si no se me presentan contratiempos, te veré en un par de días.
-Oh – es todo lo que digo, no sé cómo puede afectarnos una visita suya.
-Bien, nos vemos pronto, Katniss.- responde al ver que no añado nada más.
-Adiós.- me despido, quedándome solamente con el leve pitido que emite la línea cortada.









Notas: Bueeeeeeeeeno, como pudieron leer, Buttercup regresó xD. Lo lamento, no lo había metido antes y no podía dejarlo por fuera, es un gato horroroso pero miren cómo acompañó a Katniss en su crisis :) Sobre el Doctor..., bueno, tengo pensada varias cosas, las cuales ya plasmé en los capitulos que vienen jojojo^^No es relevante pero les digo que me encuentro emocionada ya que se me han ocurrido unas cuántas cosas en este tiempo que no he publicado... En fin!¿Sobre Peeta? Ay bueno! ¡Ya lo verán en el capitulo 8!

Sin nada más que agregar, espero que les haya gustado y que no dejen de leer, ya que una visita al blog significa mucho aunque no lo diga constantemente. Ah se me olvidaba... ¡Comenten! quiero leer sus opiniones, sugerencias, críticas(constructivamente), lo que sea! Así me daré una idea de que si lo que escribo es bueno o no :) 


Gracias por leer.




Que la suerte esté siempre de su lado .|||.